Está era mi gatita Whitzy, si era lamentablemente por mi, no por ella, no esta más conmigo.
Siempre está en mi mente, pero hoy la traigo con ustedes mis chismosos por una sola razón "mi psicóloga", y no hablo de mi almohada (que muy buenos consejos no me da sino me quedaría más tiempo en la cama).
Resulta que hoy como todos los miércoles a las 16:00 hs. fui a visitarla, en realidad a bombardearla con anécdotas, problemas, cosas que me importan, cosas que no me importan, pasado, presente y futuro, digamos todo lo que le puedo contar a una persona en 45 minutos o menos.
La cosa es que está señora, que se la pasa escuchando lo que me pasa por la mente, hoy me tiro un feedback. Lo primero que me dijo es que siempre llego a sus sesiones seria, onda no sé que quiere de mi pero no soy la clase de persona que le gusta esperar, por lo tanto salvo que haya recibido el llamado de mi vida los minutos que me hace esperar hasta abrir la puerta esa sonrisa o eso que espera no va a estar ahí.
Luego me tiro algo que me hizo sentir como habitante de Hiroshima cuando tiraron la bomba nuclear.
Fue algo como, sos de esos animalitos que te dan ganas de acariciar y cuando te acercas te muestran los dientes, me hizo sentir como la fucking serpiente de Adán y Eva.
Pero también por otra parte me hizo acordarme a la conversación que tuve con el Ingeniero White que somos parecidos a nuestros animales, Mi gatita por ejemplo era de esas cosas mas tiernas del mundo pero salvo yo nadie la podía molestar, joder, acariciar en la panza o en cualquier lugar que en ese momento no sintiera placer. Si alguien no respetaba sus reglas te tiraba una garra, obvio con afecto.
Whitzy era lo máximo era una gata bardera, le encantaba molestar a los perros, y si algo salia mal siempre había un lindo árbol a donde saltar, al principio era salvaje, luego se dejo domesticar por mi pero siempre su corazón perteneció a la calle, gata grosa, territorial como cualquier gato, pero astuta como ella sola.
Yo creo que los animales absorben un poco de nuestra personalidad
Entonces la pregunta del millón es ¿ Seré como mi gata o mi gata fue como yo?